Si alguien duda de esto que se lo pregunte a mi sistema de
ABS el cual no me a saltado mas desde que instale estas llantas, y es que las
pinzas no son capaces de dar un bocado a los discos con la suficiente fuerza
como para hacer que estas ruedas derrapen.
Podría haber instalado cualquier pinza y disco, solo
necesitaba unas bases para la instalación de unos frenos mayores, y esas bases son las manguetas originales del cupra, que a diferencia de las de mi cordoba,
estas tienen fijación a portapinzas, mientras las mías la propia mangueta ya es
la mitad de sus respectivas pinzas, siendo imposible adaptar otra pinza o disco
mayor.
Manguetas del ibiza cupra:
Puedo decir que son 100 X 100 compatibles con el modelo del
cordoba ibiza 6L 1.9 TDI 105cv , es solo quitar y poner, compatibilidad perfecta
con palier, pala, dirección, amortiguador, y no es necesario cambiar el sensor
del abs, ya que una vez terminada la instalación por fin e podido hacerlo saltar de una pisada sin esfuerzo, simplemente se
conecta el cable al sensor que tiene la mangueta y listo.
Llave para quitar tuerca del palier para sacar la mangueta fue un baso numero 35 estriada.
Las pinzas que adquirí fueron unas ap Racing, las mismas que
lleva el ibiza cupra, solo que las que conseguí estaban montadas sobre un
portapinzas que adaptaba estas a las manguetas de un vr6, así que todo fue
desmontar, limpiar, lijar, pintar e instalar en las manguetas.
Como se puede apreciar las pinzas estaban montadas en las
manguetas del vr6 demasiado elevadas.
El uso de esta frenada en el vr6 montada de esta forma dejo huella en los discos y en las pastillas por supuesto, los discos estaban un cuarto de milímetro gastados por la mitad superior, ya que las pastillas rozaban solo en esa zona, las pastillas solo incidían sobre el disco un poco mas de la mitad de su superficie, muy mal.
Lo primero que hice fue desmontar las pinzas y dejarlas listas para pintar.
Los frenos solo tenian que detener a un seat cordoba, y mi coche no es para correr o meterlo en circuito, así que opté por una pintura bastante resistente, poliuretano de dos componente, bermellón, nada de anticalorica, ya que esta frenada no se sometería a ningún esfuerzo que quemara dicha pintura.
Con una sola mano el resultado fue espectacular.
Mi decisión fue en aquel momento dejarlas como de origen, así que pinté las letras correspondientes.
Quizás algún día queden con otro aspecto, pero por ahora las disfrutaré así.
Una vez endurecida la pintura lo monto todo en las manguetas del cupra.
Tuve que rebajar un poco los portapinzas para que las pastillas incidiesen perfectamente sobre toda la superficie de los discos que antes de dejarlos así fueron directamente al tornero para una optima rectificación, eliminando por completo el escalón producido por su anterior vida por una mala instalación.
Todo fue adquiriendo muy buena pinta, por supuesto había que homologar, y ya que había que hacerlo, trataría de sacarle el mayor partido a estos frenos, por eso compré un juego completo de latiguillos metalicos de acero inoxidable marca Hell, una pasada.
Se equivocaron con los latiguillos traseros, pero es una empresa super seria, ellos se encargaron de enviar a un repartidor para recogerlos y me trajeron los compatibles.
Ya solo quedaba montar.
Las pastillas usadas no estaban mal, solo que habían sufrido un desgaste inadecuado, así que en vez de rebajarlas, opté por comprar unas nuevas, aunque lógicamente salieron algo mas caras que las mías de serie.
Podéis apreciarlo en la imagen, las viejas pastillas no calzaban la totalidad del disco de freno, desaprovechando la superficie
superior que se puede ver intacta en la pastilla, por eso y por que las
pastillas originales del cupra son mas grandes decidí a comprar una
nuevas.
Las pinzas quedaron perfectamente montadas en sus respectivas manguetas de forma que pinza y pastillas nuevas quedaron perfectamente
enfrentadas a la banda de fricción de los discos, los discos adaptados al vr6
dieron la casualidad que eran exactamente los mismos en medidas que los del
ibiza cupra, solo que estos son perforados.
Esto lo conseguí rebajando los portapinzas para acercar la pinza hacia el centro los milímetros necesarios como para que la pastilla tuviese un mm de margen de disco por su parte superior y por su parte inferior, perfecto.
Una vez todo pintado y montado, le instalo los latiguillos
metalicos HEL, todo fue quitar y poner.
A la hora de purgar las pinzas es recomendable ser generosos
tirando liquido de frenos para que queden las pinzas bien limpias por dentro del antiguo liquido e impurezas y libre de burbujas, es recomendable dar unos
golpecitos y seguir purgando para que salgan posibles burbujas, e incluso puede
ser necesario como en mi caso, rodar unos días y volver a purgarlo todo, ya que
con el movimiento se liberan algunas burbujas que se han podido resistir al
primer purgado.
Frenos traseros:
Resulta que si pides unos discos traseros para el cupra se
los puedes poner perfectamente a mi modelo de cordoba ibiza, y si pides unas
pinzas también se las puedes instalar sin problemas, la razón es simple, son
exactamente los mismos frenos traseros.
La misión estaba cumplida, el cordoba frenaba como nunca, si pisabas un poco mas fuerte saltaba el abs, espectacular, a una velocidad elevada con los frenos originales el coche tendía a echarse hacia la derecha, con estos frenos la capacidad de detener el coche en las mismas circunstancias era simplemente bestial, y esa tendencia a echarse para el lado se desvaneció hasta el punto de poder pasar de 120 a 0 en nada y sin agarrar el volante, fue todo un éxito.
Así que para qué tocar los frenos traseros?
Resulta que los traseros del ibiza cupra eran los mismos que los míos de serie, incluso los mismos que los de un seat leon fr, pero estéticamente no me gustaban, los frenos traseros eran ridículos.
Así que comencé a informarme para ver que podía hacer, este paso lo aria por estética, no por seguridad, aunque de paso, los frenos traseros quedarían mejor compensados con los delanteros.
Poco después de indagar por internet, terminé por enterarme que sí existían unos frenos mayores de seat para instalar en mi cordoba, se trataban de los pertenecientes al seat leon cupra tracción 4 con esta adquisición mis discos traseros pasarían a ser de 256mm y 22mm de espesor al ser ventilados, mucho mejor.
Así que encontré las pinzas del cupra r y sus respectivos discos los cuales ranuré y semi perforé para conseguir que estéticamente fuesen como los delanteros pero mas pequeños, por supuesto también fueron rectificados y equilibrados por un tornero.
Todo fue entonces pintar y sustituir por los míos, solo fue necesario unos diminutos casquillos para centrar la pinza con la posición del disco.
Sin duda un proceso del cual disfruté como un niño, sin serios problemas, todo era desmontar y montar.
Mas tarde hubo que homologar por supuesto, ya que el coche tenia que pasar la itv, en el proceso de homologación un técnico especialista del laboratorio se personó en mi ciudad para hacer la prueba de frenada, colocó un decelerometro en el interior del coche bien fijado, se montó y realizó varias frenadas, algunas de ellas lo suficientemente fuertes como para hacer saltar al abs, el decelerometro tomó la fuerza de frenada reflejandolas en una gráfica, en la cual se podía observar una linea que ascendía rápidamente, y que en su punto mas alto de pronto se dibujaba una sierra, representación del momento en el que el abs saltaba, la prueba está superada me dijo el técnico, si el abs salta la frenada es buena, mandaremos la gráfica al laboratorio y continuarán con la homologación.
Que curioso, resulta que mi coche antes con lo frenos de serie y esas llantas, no se podía provocar la activación del abs, por lo que de haber echo esta prueba con dichos frenos , habría sido un fracaso.
